top of page

¿Migrar a Alemania? Esto es lo que nadie te cuenta

  • Writer: Marta Tiana
    Marta Tiana
  • Jun 26
  • 4 min read

La periodista y comunicadora audiovisual colombiana Lía Valero aborda la migración desde una mirada personal en su podcast Migrar Es Una Palabra Muy Grande, un proyecto que deja atrás las estadísticas para centrarse en las experiencias de la comunidad migrante latinoamericana en Berlín.

Migrar Es Una Palabra Muy Grande | @migraresoficial | via YouTube
Migrar Es Una Palabra Muy Grande | @migraresoficial | via YouTube

“Migrar es una palabra muy grande”: así tituló Lía Valero, periodista y comunicadora audiovisual colombiana a su podcast: un proyecto en español y autogestionado que nace en Berlín y que busca contar la migración desde una perspectiva personal y cercana. El nombre, inspirado en una frase que le dijo su madre —también migrante—, encapsula la carga emocional y transformadora que implica dejar atrás un país para comenzar de nuevo.


Las investigaciones sobre los procesos migratorios han proliferado en los últimos años, especialmente por los millones de desplazamientos forzados debidos a guerras, genocidios, la crisis climática o el fenómeno de los expats. Aunque gran parte de estos estudios sigue centrada en datos y estadísticas, las dimensiones emocionales y culturales de la migración suelen quedar relegadas, reduciendo a quienes atraviesan estos procesos a simples cifras. En última instancia, esta invisibilización y escasa comprensión de experiencias —tan diversas como personales— contribuye a reforzar distintas formas de violencia hacia la población migrante.


Frente a esa ausencia de enfoque sociocultural, Lía Valero apuesta en su podcast por una narrativa íntima y cercana, que deja atrás los números para enfocarse en las vivencias. A través de conversaciones con migrantes hispanohablantes en Berlín, recoge testimonios que revelan la complejidad de estos procesos. “La experiencia migrante es una narrativa que siempre va acompañada de una mirada política”, señala Valero en entrevista telefónica. “Pero, en realidad, detrás, hay personas que atraviesan procesos físicos, sociales y duelos de todo tipo que a menudo se ignoran”.


Ningún proceso migratorio es idéntico ni sencillo, aunque está claro que algunos son mucho más complejos que otros y enfrentan mayores trabas legales y burocráticas, determinadas en gran medida por políticas que arrastran un legado colonial.

“Seguro que logramos conseguir trabajo, pero la pregunta es ¿de qué? La mayoría de veces son trabajos sub-cualificados”

Aunque Berlín cuenta con numerosas iniciativas sociales de apoyo a la población migrante, gran parte “no logra insertarse en trabajos acordes a sus perfiles o experiencias”, denuncia Valero. “Seguro que logramos conseguir trabajo, pero la pregunta es ¿de qué? La mayoría de veces son trabajos sub-cualificados”, apunta.


La regularización –obtener los visados indispensables para poder trabajar– es un éxodo burocrático e interminable que muchas veces, da resultados que no se ajustan a las necesidades reales del mercado laboral ni de las personas migrantes, generando así, una falsa expectativa de empleabilidad. “El sistema está hecho para que fracases”, critica Valero.


Quienes llegan a la Unión Europea desde países del sur global suelen enfrentarse a un fenómeno conocido como “brain-waste” o “desperdicio de talento”. Según la Comisión Europea, el término hace referencia a la ‘falta de reconocimiento de las competencias y cualificaciones adquiridas por lxs migrantes fuera de la UE’. Una barrera legal que impide a muchxs ejercer las profesiones para las que están preparadxs, relegándolxs así, a empleos muy por debajo de su nivel de formación y experiencia profesional. 


Según un informe del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), más del 60% de las personas migrantes con títulos universitarios en Alemania desempeñan empleos por debajo de su cualificación. Así, los servicios sociales destinados a integrar a la población migrante no cumplen con su objetivo de inclusión. En la práctica, funcionan como mecanismos de contención que, bajo la apariencia de asistencia, contribuyen a precarizar aún más las condiciones de vida de quienes emigraron al países desde el sur global.


Más allá de desaprovechar su potencial, esta situación tiene un impacto emocional profundo: las personas migrantes a menudo atraviesan lo que se conoce como un “duelo profesional”, un proceso de pérdida y frustración al comprobar que sus trayectorias y esfuerzos previos no tienen eco en el país de acogida. 

Refugiadxs Ukranianxs en el antiguo aeropuerto de Berlín de Tempelhof | via picture-alliance/AP Photo/M. Schreiber
Refugiadxs Ukranianxs en el antiguo aeropuerto de Berlín de Tempelhof | via picture-alliance/AP Photo/M. Schreiber

Otro factor que profundiza estas desigualdades es la distinción entre migrantes “legales” e “ilegales”, una categorización que marca la diferencia en el acceso a derechos y servicios básicos. En palabras de la escritora y pensadora decolonial Mikaelah Drullard, como resultado, nos encontramos frente una dicotomía entre quienes sí y quienes no merecen la categorización de ‘ser humano’ y por ende, son sujetos a ‘derechos humanos’. La escritora explica en una entrevista a Paralelo, “una de las formas más tenaces, estratégicas y funcionales de la colonización ha sido la colonización de las epistemes, de los conocimientos y de la capacidad de nombrarnos”.


Mientras que las personas con estatus regular (con papeles) pueden acceder —aunque de forma limitada— a ayudas estatales y recursos de integración, quienes se encuentran en situación irregular quedan atrapadxs en un limbo legal, con mayores riesgos de explotación y discriminación y sin la posibilidad de emigrar a otro lugar, puesto que carecen de documentación que les permita hacerlo.

“Migrar es un proceso muy solitario”.

Lía Valero comenzó a estudiar los procesos migratorios a partir de la experiencia de su propia madre, en 2021, a través de un proyecto personal. Fue ella quien, en una conversación, inspiró el título de su podcast. Durante estos años, la periodista ha observado que para la población migrante hispanohablante, la construcción de un sentido de pertenencia en Alemania supone un reto adicional. “Toma mucho tiempo, y a veces nunca llega”, afirma. “Migrar es un proceso muy solitario”.


De ahí su necesidad de generar conversaciones sobre estos procesos. Su objetivo es claro: Migrar Es Una Palabra Muy Grande no solo pretende inspirar y motivar a través de historias personales, sino también invitar a una reflexión colectiva sobre las transformaciones que implica la migración. Para su creadora, el podcast es además una forma de documentar su propia transformación en tiempo real, a tres años de haber iniciado su propio proceso migratorio.


“No es lo mismo llevar dos, diez o treinta años fuera de tu país”, subraya Lía. En esta exploración, ha descubierto que cada persona vive la migración de forma distinta, y que su significado varía según las trayectorias individuales. De ahí, también, su empeño en indagar en esta historia y en narrarla. “Porque si las historias sobre migración no nos atraviesan el cuerpo —concluye—, nunca se logran entender”.


 
 
 

Comentarios


© 2019 Marta Tiana. All rights reserved. 

​All content on this website, including text, images, and videos, is protected by copyright law. Unauthorized reproduction or distribution is prohibited. For permission to use any materials, please contact soymartatiana@gmail.com

bottom of page